El blanqueamiento dental interno

El blanqueamiento dental interno es un tipo de blanqueamiento generalmente realizado en dientes endodonciados (nervio matado) o en dientes que han sufrido algún tipo de traumatismo, remiendo, de tiempo atrás. Son dientes que por lo general al quedarse «sin vida», se oscurecen con el paso del tiempo o presentan una tonalidad diferente al resto de dientes vitales. Quizá esta técnica sea la más desconocida por los pacientes. 

Para la correcta realización de este tratamiento es preciso que el tratamiento anterior de endodoncia esté bien realizado, además de ser imprescindible que el diente a tratar tenga parte de la zona de su estructura sana. Esto se refiere a que el único problema que tenga el diente en cuestión sea la coloración negativa, pero por lo demás esté sano.

Hoy en día es cierto que existen diferentes maneras de tratar un problema de color dental de este tipo, ya sea con coronas (no recomendado en este caso), carillas, reconstrucciones de composite… Pero la manera más conservadora y que evita tocar la estructura dental es el blanqueamiento interno.

Por tanto, una de las formas de tratar un solo diente o varios, que tienen otro color diferente al resto de los de la misma arcada, es mediante el blanqueamiento interno. Para ello el diente debe cumplir una serie de requisitos de salud dental como hemos comentado previamente, entre otros tener una correcta salud periodontal y una endodoncia con un sellado correcto.

Con el blanqueamiento interno se pueden llegar a corregir alteraciones del color graves, consiguiendo resultados espectaculares. 

Este el paso a paso de un blanqueamiento dental interno:

1. Diagnosticar el problema: el primer paso es acudir a la clínica dental para poder analizar el caso y asegurarse de que el blanqueamiento dental interno es la mejor opción. Se realizan una serie de pruebas para evaluar el estado del diente endodonciado y, además, se registra el color de los dientes del paciente.
2. Aplicar el gel blanqueador: Una vez diagnosticado, el odontólogo procede a la apertura de la cavidad pulpar en la que anteriormente se realizó la endodoncia. Después desinfecta la cavidad, asegurando que el interior del diente quede completamente limpio. Una vez que la cavidad está perfectamente limpia, aplica el gel blanqueador en el conducto radicular.
3. Realizar el sellado: tras haber aplicado el gel blanqueador, la cámara pulpar se sella de forma temporal con un material biocompatible con el organismo, que no genera rechazo ni reacciones alérgicas.
4. Revisar el tratamiento: a la semana, el paciente acude de nuevo a la clínica. En esta visita, se retira el sellado y se valora el resultado. Si el diente cuenta con el color deseado, se sella y reconstruye el diente de forma definitiva. En caso contrario, se volvería a realizar el mismo procedimiento hasta alcanzar el resultado deseado.

Para cualquier duda es importante que visites a tu dentista de confianza, valoren el caso y poder dar el mejor plan de tratamiento. Para que veas un caso antes y después visita nuestros casos clínicos.